viernes, 13 de abril de 2012

PRACTICA 3: DIEZ NORMAS PARA LA ADQUISICIÓN DE HÁBITOS DE HIGIENE


Coordinadora: Isabel María Gallego Pérez

En esta práctica abordaremos el tema de la higiene, la cual consideramos una necesidad básica desde los primeros años de vida de un niño o niña. Durante esta práctica intentaremos explicar cómo trasmitir a los niños y niñas la adquisición de normas importantes relacionadas con contribuir a la mejora del bienestar.

Consideramos  que la higiene estudia las condiciones y los factores personales o ambientales que influyen en la salud física y mental que favorecen la aparición y la difusión de las enfermedades.

Como futuras maestras que seremos somos conscientes que durante los primeros años de vida del niño o niña, la necesidad de higiene será solucionada por los adultos pero intentaremos poco a poco que se fomente el progreso en la adquisición de hábitos de higiene.

A continuación numeramos diez normas que consideramos importantes para llevar a cabo en un aula de niños y niñas de 4 años.

Normas para la adquisición de hábitos de higiene para  niños  y niñas de cuatro años.

1.      Lavarse las manos antes de comer y después del baño.




2.     Lavarse los dientes después de cada comida.
3.     Limpiarse después de hacer pipi o caca.
 


4.     Cuidarse las uñas para mantenerlas limpias.



5.     Lavarse la cara cuando te despiertes.


6.     Mantener el pelo limpio para prevenir “bichitos”.

7.     Ducharnos todos los días y  frotarnos bien con jabón en el momento del baño.

8.    Llevar siempre la ropa limpia.

9.     Cepillarse el pelo todos los días.

10.Mantener la nariz siempre limpia.

Estas normas se llevarán a cabo en clase a través distintas actividades, como pueden ser, cuentos o vídeos, canciones, poesías o adivinanzas  y bits de inteligencia.

  •            Cuentos o vídeos:

Sentaremos a los niños y niñas en asamblea, propiciando un clima adecuado en el que se encuentren relajados (después del recreo o antes de la siesta). Se utilizará un tono armonioso, con una entonación adecuada que mantenga motivados a los niños y niñas durante todo el cuento.

EL SAPO DENTUDO
Hace mucho, mucho tiempo, hubo un mago que por casualidad inventó un hechizo un poco tonto, capaz de dar a quien lo recibiera una dentadura perfecta. Como no sabía qué hacer con aquel descubrimiento, decidió utilizarlo con uno de sus sapos. El sapo se transformó en un sonriente y alegre animal, que además de poder comer de todo, comenzó también a hablar.
- Estoy encantado con el cambio- repetía el sapo con orgullo- prefiero mil veces las dulces golosinas que seguir comiendo sucias y asquerosas moscas.
Viendo el regalo tan maravilloso que suponía aquella dentadura para el sapo, y el poco cuidado al elegir sus comidas, el mago no dejaba de repetirle:
- Cuida tus dientes, Sapo. Lávalos y no dejes que se enfermen ni tengan caries. Y sobre todo no comas tantas golosinas...
Pero Sapo no hacía mucho caso: pensaba que su dentadura era demasiado resistente como para tener que lavarla, y las golosinas le gustaban tanto que ni intentaba dejar de comerlas.
Así que un día aparecieron las caries en su dentadura y se fueron extendiendo por su boca poco a poco, hasta que al descuidado de Sapo descubrió que tenía todos los dientes huecos por dentro, y se le empezaron a caer. Intentó cuidarlos entonces, pero ya poco pudo hacer por ellos, y cuando el último de sus relucientes dientes cayó, perdió también el don de hablar.
¡Pobre Sapo! Si no lo hubiera perdido, le habría podido contar al mago que si volviera a tener dientes los cuidaría todos los días, porque no había nada más asqueroso que volver a comer bichos ¡puaj!


¡GUILLERMO SE VA A LA CAMA LIMPITO!