COORDINADORA: IRAIDA
ARIAS VELASCO
ACCIDENTES
Y ENFERMEDADES EN LA
EDUCACIÓN INFANTIL
ENFERMEDADES
Como bien sabemos a lo largo del
crecimiento, se van adquiriendo unos hábitos que facilitan la evolución hacia
un grado cada vez mayor de autonomía, tanto dentro como fuera del aula. En todo
este proceso se ha hecho incidencia en los aspectos preventivos útiles para
potenciar desde la infancia estilos de vida saludables, que permitan una mayor
calidad de vida y bienestar en el futuro.
No todo los procesos de crecimiento y
desarrollo son armónicos y perfectos y a veces se ven afectados por
alteraciones y trastornos, sean cuales sean los cuidados practicados y las
precauciones tomadas.
Algo similar ocurre con las
enfermedades, a pesar de todos los esfuerzos que se hagan en materia de
prevención y educación, tampoco aquí la protección tiene eficacia absoluta y se
debe dar por sentado que es imposible evitar la aparición de enfermedades.
Debemos tener en cuenta, que son los
equipos sanitarios los que deben diagnosticar y tratar todas las enfermedades.
Los maestros y maestras deben conocer algunos aspectos relacionados con el
origen y los síntomas de las enfermedades más comunes, así como las pautas de
actuación, para llevar a cabo una labor eficiente en el aula.
Cinco de las enfermedades más comunes
que podemos encontrar en un aula de infantil son:
- Varicela
Es una enfermedad
contagiosa, tiene mayor incidencia entre los dos y los ocho años de edad,
siendo más frecuente en los meses de enero a mayo. Se trasmite a través del
contacto directo o a través del aire.
Nosotras como maestras,
debemos tomar ciertas medidas de
prevención en el aula. Primero debemos observar si el niño o niña presenta
alguno de los síntomas propios de la varicela, como por ejemplo fiebre alta y
numerosas ronchas por todo el cuerpo; ante esto, deberemos llamar a casa para
que sus padres vengan a buscar al niño o niña y así evitar el contagio con sus
demás compañeros. Informaremos a los padres, que el niño o niña debe permanecer
en casa al menos cinco días y que ya
será el médico quien diagnostique la enfermedad y prescriba el tratamiento.
- Resfriado común
Es una infección vírica
que se trasmite de una persona a otra por el aire, al toser o al estornudar.
Normalmente dura entre tres y cuatro días.
Nosotras como maestras
identificaremos esta enfermedad por diferentes síntomas como: dolor de
garganta, goteo de la nariz, dolor de cabeza, tos, estornudos y a veces fiebre
baja. Las medidas de prevención ante
esta enfermedad después de haber observado los diversos síntomas mencionados
serían, recomendar a los padres que dejen al
niño o niña unos días en casa, ya que si el resfriado no se cura bien,
puede llevar a otras enfermedades más graves como la bronquitis, y pueden
contagiar a sus compañeros y compañeras.
Además la maestra,
mantendrá la clase ventilada para evitar la acumulación de los virus.
- Gastroenteritis
Se trata de una
inflamación del estómago y el intestino. La mayoría de los contagios se
producen por vía fecal-oral, aunque también se pueden transmitir a través de
alimentos contaminados.
Nosotras como docentes
podemos observar en el aula síntomas como, dolores abdominales, nauseas,
diarreas, vómitos, etc., ante esto, las medidas
de prevención al respecto serían llamar a los padres para que lleven a su
hijo o hija al pediatra y extremar las medidas higiénicas en el aula. Si por
algún motivo los padres tardan en llegar y el niño o niña continúa vomitando,
debemos evitar la deshidratación del niño o la niña, dándole un suero casero
compuesto por agua, limón y bicarbonato.
- Conjuntivitis
Es una enfermedad ocular
que consiste en la inflamación de uno o de los dos ojos. La causa puede ser una
infección o alergia.
El contagio puede ser
directo, al toser o estornudar, o indirecto, por medio de toallas, manos,
pañuelos, etc.
La maestra a través de su
observación directa puede reconocer esta enfermedad a través de diferentes
síntomas como enrojecimiento, picor, inflamación, hinchazón en los párpados y
secreción mucosa.
Las medidas de prevención que debe tomar la maestra ante una
conjuntivitis en el aula serían, llevar a cabo medidas higiénicas como hacer
que los niños y niñas se laven las manos con frecuencia, evitar que se rasquen
los ojos y que utilicen toallas o pañuelos de la persona infectada. Si la
maestra lo ve oportuno y necesario, y cree que puede haber un posible contagio
en el aula, se les pedirá a los padres que el niño o niña se quede en casa
hasta que la conjuntivitis desaparezca.
- Otitis media
Es una infección del oído
medio. Suele aparecer cuando hay infección en la garganta.
Nosotras como maestras
podemos reconocer la presencia de una otitis si observamos en el niño o niña
síntomas como: dolor oído, posible supuración o fiebre. Las medidas de prevención que una maestra
debe adoptar en el aula ante dicha enfermedad serían las de extremar la higiene
en esta zona (evitando que el niño o niña se meta su dedo o cualquier otro
objeto en el oído). También, si ve que el niño o niña no soporta el dolor y
este es persistente, se llamara a casa para que sus padres vengan a por él o
ella y lo lleven al médico o pediatra.
ACCIDENTES
Gracias a los avances de la medicina,
la higiene y el aumento del nivel de vida, las enfermedades infecciosas han
dejado de ocasionar un elevado índice de mortalidad infantil; sin embargo, lo
que si se ha incrementado ha sido la mortalidad por accidentes.
Según la OMS un accidente es un
acontecimiento independiente de la voluntad humana y provocado por una fuerza
exterior que actúa rápidamente y que se manifiesta por un daño corporal y
mental.
Algunos de los accidentes que pueden
ocurrir en un aula de infantil pueden ser:
- Traumatismos
- Intoxicaciones
- Quemaduras
- Mordeduras y arañazos
- Ahogamientos
Se debe considerar que la mayoría de
estos accidentes son previsibles y por lo tanto evitables si todas las personas
responsables de la seguridad de los menores observan una serie de medidas preventivas.
Prevenir consiste en preparar y
disponer las cosas anticipadamente. A partir d este concepto, la prevención de
accidentes en la infancia estará orientada a preparar y disponer
anticipadamente la acción educativa para que los niños y niñas aprendan a
cuidar de sí mismos y adquieran plena autonomía personal. Todo esto, sin
olvidar las medidas de protección que hay que tomar ante algunos riesgos
específicos tanto en el hogar como en los centros infantiles.
Una maestra en su aula, debe tomar
ciertas medidas de prevención para mantener la seguridad de los niños y niñas y
evitar así que se produzca cualquier tipo de accidente que pueda causar algún
daño; medidas como:
- La primera medida de prevención que debe adoptar una maestra de infantil, es la observación.
- Se debe mantener el aula ordenar para evitar las caídas o golpes (traumatismos).
- Tener los objetos pequeños a una altura a la que los niños y niñas no puedan llegar (ahogamientos).
- Tener los enchufes y las estufas protegidas para evitar las quemaduras.
- Los distintos materiales han de ser no tóxicos (lápices de colores, pinturas, juguetes, plastilinas, etc.) para evitar las intoxicaciones.
- Evitar que si los niños y niñas tienen algún tipo de discusión, se peguen, muerdan o arañen; sino que hay que enseñarles a hablar los problemas.
Los centros infantiles también deben
poseer tanto en su estructura como en su práctica diaria ciertas medidas para
evitar futuros accidentes:
- Poner vallas protectoras alrededor del patio para evitar que se salgan los niños y niñas.
- Proteger los columpios con vallas.
- Enseñar y vigilar para que suban y bajen por lugares adecuados.
- Vigilar cuando pasen cerca de los columpios.
- Retirar del patio los objetos que puedan hacerlos tropezar.
- Las barandillas han de tener los barrotes verticales que impidan el paso entre ellos.
- Los escalones deben tener el ancho y la altura adecuados.
- Se les ha de enseñar a subir y bajar correctamente por las escaleras.
- Poner especial cuidado en evitar que se lleven a la boca o a otras partes del cuerpo pequeños objetos.
“Las
mayores amenazas para la salud de los niños y niñas se encuentran precisamente
en los lugares donde deberían estar a salvo: el hogar, la escuela y la
comunidad. Cada año, más de cinco millones de niños de 0 a 14 años de edad
mueren, sobre todo en el mundo en desarrollo, a causa de enfermedades y
accidentes relacionados con su ambiente, esto es, el entorno en el que viven,
estudian y juegan.
Todas
ellas se pueden prevenir. Sabemos lo que hay que hacer. Se han trazado
estrategias para combatir estas amenazas para la salud de los niños y niñas.
Ahora es preciso ponerlas en práctica a escala mundial y nacional”.
(Dra.
Gro Harlem, directora general de la OMS de 1998 a 2003)